domingo, 23 de diciembre de 2012

Amatista



Es una de las mejores piedras que existen para la meditación, porque refleja el rayo púrpura de la transmutación. Es la variedades del cuarzo más conocidas, su nombre griego significa "el que no está borracho" puesto que los antiguos creían que era un remedio eficaz contra los estragos del alcohol, aunque también contrarresta los efectos de las demás drogas.
 Despierta la intuición y la sensibilidad y abre las puertas a las potencias femeninas y receptoras del universo. En ella se encuentran los caminos de la búsqueda interna, y el deseo de adquirir sabiduría. La amatista representa el proceso de alquimia en la tierra. Transforma lo peor en lo mejor, elevando el nivel de conciencia. Puede ampliar los campos de fuerza magnética y repeler las energías perturbadoras.
Las geodas de amatista distribuidas en un espacio lo hacen apacible y lo purifican, sobre todo cuando hay mucha gente en busca de sanación. O personas que se sienten muy cargadas.
A nivel terapéutico combate el insomnio, mitiga los dolores de nuca y cabeza, y relaja los músculos del cuello. Favorece la actividad del lóbulo derecho del cerebro por lo que es útil en personas con epilepsia, autismo y dislexia. Calma los dolores gástricos, estimula el páncreas, controla la diabetes e hipoglucemia.
Efectos: la amatista mediante su color violeta canaliza la energía y ejerce una fuerza transmutadora. Es ideal para tratar adicciones, tales como alcoholismo y drogadicción. Los cristales de amatista ofrecen tranquilidad y equilibrio. Atraen la buena suerte y estimulan la creatividad y la memoria. Personas que han sido abandonadas  para sobreponerse a la desesperación es de gran ayuda para recuperar el equilibrio perdido. Utilizada con el cuarzo rosa provee mayores efectos para el cuerpo emocional, promoviendo una sensación de paz, nutrición y sentimiento de amor. Chakra: Sahasrara o corona, y el chakra del entrecejo.

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