viernes, 25 de octubre de 2013

Sentirse en Paz es una Eleccion


Por Michael Brown

Es obvio en estos momentos para cualquiera que no está viviendo con su cabeza en la arena, que estamos actualmente experimentando una intensificación en todos los niveles de la experiencia humana. Cada día, en algún lugar del mundo, hay otro terremoto, inundación, desastre de una mina, desenmascaramiento político, crisis financiera, revelación pública de alguna forma de comportamiento no ético y disturbios civiles masivos. Países enteros se están dividiendo hasta los cimientos y están recurriendo a la retribución violenta.
Si examinamos nuestro ambiente inmediato de cerca, tenemos que ser testigos de la evidencia de esta sacudida justo en medio de nosotros. Lo que está sucediendo en el macrocosmos del escenario del mundo, también se está manifestando como el contenido de la conversación en lengua de todos. El conflicto y el caos de una forma u otra se están incrementando. Un gran cambio está en marcha.
Es vital ahora por lo tanto, dar homenaje a una experiencia que parece estar pasando a segundo plano mientras todo esto se desenvuelve: La Paz. En este momento no hay nada más importante que recordar diariamente que la experiencia de paz es una responsabilidad que se logra personalmente – no es un derecho que nos otorga ninguna organización política, económica, social o religiosa. La experiencia de la paz siempre se encuentra como un estado personalmente sentido y solo cuando es sentido a nivel personal, es entonces irradiado como una experiencia colectiva. La paz auténticamente sentida emana solo desde adentro.
Uno de los grandes engaños que nos jugamos, individual y colectivamente, es la noción de que ‘necesitamos hacer la paz’. ¿Han notado que nada que hayamos hecho a lo largo de toda nuestra historia humana documentada, en el intento por ‘crear paz’ jamás ha funcionado? Esto se debe a que la misma idea de que ‘la paz es algo que puede hacerse’, ya sea a través de la guerra, la discusión, el debate, los acuerdos, o firmando un tratado, es engañoso y por lo tanto desorientador.
Cualquier país u organización que clame haber logrado la paz a través de tales medios, ha demostrado con el tiempo que todo lo que se logró fue un ‘control forzado temporalmente, resultando únicamente en personas que viven durante un tiempo en una desesperación silenciosa y estados apagados de agresión pasiva, antes de que emerja nuevamente el descontento.
Esto se debe a que la paz no puede ‘hacerse’- ni en el Medio Oriente, ni en Sudáfrica, Indonesia o ningún lado. La paz ya existe dentro de la estructura vivencial de la Creación. La vibración que nosotros como humanos experimentamos como paz, fue creada mucho antes de que nos manifestáramos y existirá mucho después de que hayamos sido remplazados por otra especie animal dominante. La vibración de la paz está en todas partes. La paz está disponible incluso en medio de países arrasados por la guerra como Irak, Afganistán y cualquier otra región actualmente involucrada en el conflicto humano.
La ausencia de humanos en conflicto en cualquier ambiente, revela inmediatamente una radiación obvia de paz. Solo porque el comportamiento humano conflictivo oscurece su resonancia, esto no significa que ya no existe.
Nosotros simplemente entramos constantemente en comportamientos y conversaciones, con la intención de ‘tratar de hacer la paz’, porque no nos damos cuenta de lo que es la paz auténtica. Debido a nuestros actuales estados de confusión física, mental y emocional, no nos damos cuenta de que la paz auténtica es una experiencia que solo podemos sentir personalmente. En su lugar asumimos que es un arreglo que logramos colectivamente, a través de un acuerdo. Esto no es verdad. La paz es para que la sintamos en cualquier momento que elijamos, porque es una resonancia que nos envuelve a donde quiera que vayamos. Sin embargo, depende de nosotros elegir sentirla.
Justo ahora, en este momento, quienquiera que esté leyendo esta pieza de escritura puede sentir paz – si lo elige. No es una experiencia que alguien tenga que organizar para nosotros a través del debate, la discusión o el acuerdo. Ningún otro grupo tiene que ser dominado o reubicado para que seamos capaces de sentir paz. Dichas nociones son detracciones constantes de la realización auténtica de la paz. No tenemos que hacer las paces con nadie – tenemos que hacernos conscientes de ella como un sentimiento dentro de nuestro propio corazón, y entonces elegir ocupar esta conciencia, sin importar qué pase.
Incluso expresamos lo obvio de esta verdad en nuestro lenguaje. No decimos, “Yo pienso paz”, o “Yo hago paz”. Decimos, “Yo siento paz”. Y debido a que nadie, ningún paritario, político, sacerdote, comerciante, padre o pareja tiene la capacidad de sentir nada por nosotros – nadie es responsable por lo tanto de nuestro sentimiento, o falta de sentimiento de paz. La paz es una experiencia sensible que ya se otorgó libremente a cada humano. Sin embargo, es nuestra responsabilidad elegir entrar y contener esta conciencia.
Esto es por supuesto lo que lo hace difícil. La paz es inflexible. Elegimos sentirla – o elegimos sentir algo más. No podemos sentirnos en paz Y simultáneamente abrigar el sentimiento de estar en lo correcto y hacer las cosas a nuestra manera. No podemos sentirnos en paz Y simultáneamente sentir venganza. No podemos sentir paz Y simultáneamente sentirnos justificados por tener ‘la última palabra’. No podemos sentirnos en paz Y comportarnos dañinamente en alguna forma hacia otro ser humano, ser o creatura viviente. No podemos sentir paz Y simultáneamente forzar nuestra voluntad sobre otros. No podemos sentirnos en paz Y simultáneamente imponer que nuestra religión es la única forma correcta para comulgar con lo que sea que Dios signifique para nosotros. No podemos sentir paz Y simultáneamente tomar partido en cualquier conflicto.
La paz también requiere voluntad para liberar. El precio de sentirse en paz AHORA – en este momento – siempre está determinado por nuestra voluntad para integrar heridas perpetradas en el pasado. Esto se debe a que cualquier cosa que esté pasando dentro de nuestra experiencia de vida en este momento, que nos inhibe para entrar a la conciencia sensible de la paz, siempre tiene que ver con algo que sucedió en el pasado.
Justo ahora, en este momento, si lo elegimos, somos bienvenidos para sentir paz.
La verdadera pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Realmente buscamos paz? Esto podría parecer una pregunta obvia con una respuesta igualmente obvia – pero no lo es. La mayoría de nosotros podría responder inmediatamente que elegimos la paz, pero en un extremo, también nos sentimos justificados para elegir sentir que tenemos la razón, sentirnos vengados o sentirnos en control – en lugar de sentirnos en paz.
La realidad es que nadie se interpone entre nosotros y el sentimiento de paz. Podemos experimentar este sentimiento justo ahora. La paz es una resonancia sensible que ya ha sido creada por lo que sea que Dios signifique para nosotros, no es algo que algún día haremos los seres humanos. Sin embargo, ¿nos levantamos cada día y elegimos sentir la paz que ya ha sido creada para nosotros, o estamos todavía erróneamente esperando porque alguien ‘haga que la paz nos suceda’?
La paz solo existe en el mundo cuando elegimos sentirla ahora dentro de nuestra propia experiencia, mientras nos movemos a través del mundo. No existe otra forma de encontrarla auténticamente.
Si no nos estamos sintiendo en paz en este momento, se debe a que no estamos eligiendo sentirla. Es así de simple. Si nos unimos al flujo actual de las masas y nuestra experiencia personal se deteriora en un conflicto creciente, es probable que estemos eligiendo indignantemente tener la razón o tomar partido en algún drama humano, en lugar de sentir paz. Recuerden la expresión es, “Que la paz sea contigo”, no “Que la paz sea con ellos”.
Recuerden también que estar en paz no es ni puede ser una experiencia vivida como una actividad de grupo organizado. Siempre es una elección hecha a través de abrazar un nivel maduro de responsabilidad personal. No podemos vivir la paz votando por ella, forzándola, ganando más dinero para comprarla, o tomando lados para imponer nuestra versión de la verdad. Solo podemos recibir una conciencia sensible de ella como una experiencia directa, al elegir conscientemente sentir y vivir desde adentro esta resonancia lo mejor que podamos a lo largo de cada día. Si no elegimos personalmente sentirla, no entra a nuestra experiencia. Solo cuando la elegimos como “un sentimiento que cargamos conscientemente dentro de nuestro propio corazón” entonces irradia hacia fuera e impacta la cualidad de nuestro pensamiento y nuestras acciones.
En este momento, conforme las masas del mundo se tropiezan inconscientemente en el caos y el conflicto crecientes, no hay nada más importante que mantener una conciencia personal de lo que es realmente la paz. Nadie nos va a pagar por estar en paz. Nadie nos va a dar una palmada en la espalda ni va a escribir sobre nuestra paz en un diario. Nadie nos va a dar el Premio de la Paz y ni nos va a ofrecer una conferencia de prensa sobre ella. La paz auténtica no va a ser sujeto de noticias en un mundo que todavía cree erróneamente que ‘la paz es algo que tiene que hacerse’.
La paz es una condición sensible callada, calmada y elegida, resonando dentro del corazón individual.
Cuando somos capaces de despertar e iniciar cada día recordando elegir sentir paz – aunque sea solo en partes del nuestro día – entonces estamos sirviendo a la humanidad al mantener la luz clara de la sanidad en el mundo, cuando las masas están perdiendo completamente la visión de ésta.
Son bienvenidos a caminar en este día en paz. La paz es un regalo de la Voluntad de Dios para todos, no es el resultado de ninguna declaración humana. Su resonancia sensible es una elección personal del corazón, no un derecho político logrado a través de ninguna organización.
La paz está disponible como una experiencia dentro de ti y de mí, justo ahora. Es nuestra para elegirla. Siempre va a ser experimentada solo a través de la elección.

lunes, 14 de octubre de 2013

Sentirse en el hogar en la Tierra. María Magdalena a través de Pamela Kribbe

Traducido del inglés por Sandra Gusella
Dalia
Queridos amigos, queridos hombres y mujeres:
Me llena de alegría estar con ustedes en esta clara mañana. Somos viejos amigos. Nuestros caminos se han cruzado muchas veces antes en el tiempo y en el espacio. Sientan nuestra vieja amistad; somos parte de la misma familia. Aprecien por un momento este sentimiento de familiaridad, de llegar al Hogar. Simplemente relájense y liberen toda la tensión dentro de ustedes. Visualicen cómo la tensión fluye dentro de la Tierra y es neutralizada. Sientan cómo vuestro cuerpo se relaja y se vuelve más pesado. Reciban la energía sanadora regresando desde la Madre Tierra y dejen que rodee vuestros pies y vuestras piernas y que fluya dentro de vuestra cintura y abdomen. Siéntanse sostenidos por la Tierra; están a salvo.
Sientan el ritmo de la Tierra; es lento y estable. Éste es el ritmo que ustedes buscan. Vuestra alma viene de un reino diferente; y cuando desciende tiene que ajustarse al ritmo de la Tierra. Vuestra alma tiene que habitar en un cuerpo y tiene que aprender a usar una mente, y puede llegar a confundirse debido a esto. El alma está en un camino de aprendizaje. No es solamente ustedes como un ser humano quien está aprendiendo, vuestra alma también está aprendiendo y creciendo.

En vuestra alma ustedes llevan recuerdos dolorosos de estar en la Tierra, y por lo tanto no es evidente para ustedes el hecho de que puedan confiar en la Tierra y rendirse a eso. Puede haber un bloqueo en vuestro cuerpo que les impide relajarse y sentirse seguros aquí. Este bloqueo es una energía, no es algo sólo físico. En realidad, este bloqueo no fue causado por la Tierra, sino por lo que les sucedió a ustedes en el mundo humano: la negatividad que experimentaron aquí, el dolor del rechazo y de no encajar. Esto ha hecho que sea difícil para ustedes sentirse en el hogar aquí.
Quiero hacerles recordar la verdadera naturaleza de la Madre Tierra. Ella misma es un ángel. Piensen en la belleza de los bosques, de los océanos, de las flores. Ésa es la verdadera naturaleza del Ser en la Tierra, y ustedes son parte de esta majestuosa realidad. Ustedes mismos son como una flor, pero una flor no puede abrirse a menos que esté firmemente enraizada. Ustedes tienen que sentirse en el hogar en la Tierra para ser capaces de expresarse, de expresar vuestra luz. Así que ahora los invito a conectarse con la Tierra, el ángel que ella es. Sientan su energía profundamente dentro de vuestro cuerpo; ustedes son su niño y pueden relajarse.
Imaginen que ahora están caminando en un lugar hermoso en la naturaleza. Puede ser un bosque, o cerca del océano, o en el desierto, y hagan que esta visión sea muy real y viva para ustedes. Sientan los elementos de la naturaleza, el viento, el sol, el aire. Sientan la tierra debajo de vuestros pies. Luego siéntense y pongan sus manos en el suelo. Dejen que la Tierra los afecte, que los sane, y que les recuerde vuestro parentesco con ella. Vuestra alma quiere estar aquí, aunque vuestra alma ha sido lastimada en la Tierra, especialmente por el miedo y la lucha que está presente en la sociedad humana. Pero como un ser humano, ustedes también están conectados a la naturaleza y a la armonía y el ritmo que hay ahí. Y si ustedes abrazan a la naturaleza, tanto por fuera como por dentro, claramente pueden escuchar el mensaje de vuestra alma.
Así que aún están sentados en la Tierra. Sientan cómo viene desde abajo una energía hacia ustedes. Ustedes son muy capaces de recibirla, porque ahora están conectados a la Tierra y a su energía. Estas dos energías están destinadas a estar juntas. Dejen que esta energía de vuestra alma brille ahora en ustedes como un sol. Sólo disfrútenlo por un momento.
A menudo, cuando se conectan, o tratan de conectarse con vuestra alma, vuestra mente interfiere. Quieren tener información concreta, práctica sobre vuestra vida. Pero para recibir información real, primero tienen que cambiar vuestra conciencia; porque la necesidad de información, la necesidad de saber qué hacer a menudo surge del miedo. Primero tienen que relajarse completamente y estar en un estado alerta de fantasear o imaginar. Así que ahora entren en ese estado.
Imaginen que son completamente libres, sin ataduras a las leyes de la sociedad humana. Son un ángel, y como una mariposa van de flor en flor. Pregúntense: “¿Qué es lo que me da alegría en mi vida?” No piensen en el resultado que les ofrece, sólo enfóquense en el sentimiento de alegría y en la inspiración. Pueden recibir inspiración de cosas muy simples como dar una caminata o tener un momento tranquilo para ustedes mismos. Es importante que ustedes reconozcan el lenguaje de vuestra alma. No habla con una voz obvia a la cual están acostumbrados. Están acostumbrados a hablarse muy severamente. Se critican mucho. Tienen una imagen mental de cómo deberían ser y constantemente se comparan con eso y sienten que están fallando. Pero de hecho el juzgarse es el problema real. Esta clase de juzgamiento, o este tono de voz, no viene de la naturaleza.
El lenguaje de vuestra alma es muy diferente. Es muy suave. Ofrece sugerencias, pero nunca quiere forzarlos a hacer nada. De modo que pregúntenle a vuestra alma: “¿Qué es lo que necesito ahora mismo?” Y podrían recibir la respuesta como una energía y no necesariamente en palabras. Suelten todas las expectativas. Como un ser humano, vuestros problemas a menudo son provocados por el hecho de que tienen un punto ciego. Tienen algunas creencias persistentes de lo que realmente no son conscientes y vuestra alma quiere que salgan de esas creencias. Esto significa que ustedes tienen que soltar vuestras convicciones más profundas y abrirse a algo enteramente nuevo. Tienen que dejar que vuestra alma los sorprenda.
Entonces siempre que tengan un momento tranquilo y anhelen conectarse con vuestra alma, suelten vuestra mente y conéctense de un modo espontáneo, juguetón. Ése es el modo de la naturaleza. Pueden verlo en todos los animales y en todas las plantas que viven en la Tierra. Ellos alegremente acompañan el ritmo que es de ellos. Ellos no piensan en el futuro, aun así están perfectamente alineados. Ustedes son parte de la Tierra y parte de la naturaleza.
© Pamela Kribbe 2013

viernes, 11 de octubre de 2013

Tus pensamientos y emociones Crean tu vibración y circunstancias en tu vida, Incluyendo las enfermedades...



Todo en este mundo que se ve manifestado como  formas y  fenómenos, incluyendo cosas como la electricidad, las ondas de sonido, llegando a sus oídos como música y habla, todo es vibración .

Esto incluye su salud o enfermedad. 

A menudo se oye decir,
"Recibo buenas vibraciones de tal y tal persona ", o tal vez, "me da malas vibraciones de tal y tal lugar ".



Lo que realmente se está diciendo es que los diferentes tipos de vibraciones están siendo recogidos por los individuos. 

Cada tipo de energía tiene una frecuencia vibratoria diferente. Por ejemplo, el agua tiene una, y cuando se convierte en hielo, que tiene una vibración diferente. Cuando se convierte en vapor, la vibración cambia de nuevo. 

La electricidad tal como la conocemos en la Tierra es la forma más grosera de energía. Las ondas de sonido tienen su propia frecuencia de vibración. De todas ellas, el pensamiento es la vibración más fuerte.

La mayor parte de nuestros pensamientos se convierten en palabras - palabras habladas - y estas palabras nosotros las ponemos en acción. Acción que cuando son repetidas una y otra vez, forman nuestros hábitos, ¿no es así? Y nuestra propia naturaleza, nuestro carácter está determinado por nuestros hábitos. Cada mañana que despertamos es, entonces, determinada por nuestra naturaleza y carácter.

Si usted puede recordar que el viejo poema "Por el bien de un clavo se perdió todo un reino..." usted entenderá la importancia de lo que ordinariamente se podría llamar un simple pensamiento pequeño. 

Debido a que no se nos enseña la importancia y el poder del pensamiento, nunca hemos tenido el control consciente del mismo, con el resultado de que cuando las cosas desagradables entran en nuestra vida, no nos damos cuenta de la conexión entre el pensamiento-vibración y el efecto que tiene sobre nosotros.

Pensamientos edificantes nos permiten elevar nuestra conciencia y sensibilización; pensamientos no inspiradores tienden a arrastrarnos hacia abajo.

Esto no debería ser una sorpresa para nadie que cada parte de nuestro cuerpo físico vibra a una frecuencia precisa. Los pensamientos que no están en armonía o en "sincronización" con nuestro cuerpo causan impedancia a nuestra salud. 

Todos los órganos, todos los tejidos, membranas, células, glándulas, vibran en frecuencias precisas en un cuerpo sano.

Todos los pensamientos positivos, inspiradores, cariñosos y amables están en armonía con las vibraciones físicas y ayudan a seguir para mantener el cuerpo en perfecto estado de salud, con la circulación de la sangre fluyendo a todas las partes necesarias del cuerpo, con la digestión funcionando perfectamente y el cuerpo capaz de eliminar correctamente y con facilidad las toxinas y desechos, permitiendo también un sueño apropiado refrescante para el cuerpo.

Esta es una de las razones de 
la potencia de la oración. Debido a que las vibraciones de pensamiento estarían en armonía con la palabra hablada, añadiendo una fuerza tremenda a la oración, haciendo que la energía de la oración sea aún más potente.

En un sentido muy real, los buenos pensamientos, buenas palabras y buenas acciones son la base de la Espiritualidad Práctica.

La Dra. Kaity Cama es una sanadora desde la infancia y trata de ayudar a las personas a llevar mejores vidas. Ella es una hipnoterapeuta clínica certificada, Graduada del Método Silva de Control Mental y tiene un Postgrado de Gran Maestro de Reiki. Entre diversos matices que posee la Dra. Cama, el más importante es que ella es alguien que ha dedicado su trayectoria de vida a ayudar a personas que utilizan la piedra angular de la conexión mente-cuerpo-espíritu.