viernes, 14 de febrero de 2014

ALMAS GEMELAS Y ALMAS COMPAÑERAS -Elizabet Clare Prophet






LO QUE DIOS UNIÓ, NO LO  SEPARE EL HOMBRE...
LUNA / abril 9, 2009


Cada uno de nosotros tiene un alma gemela -o llama gemela- con quien fuimos creados al principio. Dios te creó a ti y creó a tu llama gemela a partir de un “cuerpo de fuego blanco”. Separó ese ovoide de fuego blanco formando dos esferas del ser: una con una polaridad masculina y otra con una polaridad femenina, pero ambas con el mismo origen espiritual y patrón único de identidad.

Miles de años atrás, tú y tú llama gemela os ofrecisteis ante el Dios Padre/Madre para descender a los planos de la materia a fin de llevar el amor de Dios a la Tierra. El plan original consistía en que encarnarais unas cuantas veces, con el propósito de que cada mitad del Todo Divino aprendiera a ser el instrumento del Dios Padre/Madre.

Nuestros primeros tiempos en la Tierra fueron dichosos y, de hecho, habríamos continuado compartiendo la belleza de una relación de amor cósmico con nuestra llama gemela durante muchas encarnaciones, si hubiéramos permanecido en armonía el uno con el otro y con Dios. Sin embargo, caímos del estado de perfección al hacer mal uso de la Luz de Dios. Ése es el verdadero significado del relato del Jardín del Edén.


De haber retenido la armonía del Uno, el éxtasis de nuestro amor se habría prolongado a lo largo de nuestras vidas en la Tierra. Pero el perder la armonía - por miedo, desconfianza, o por un sentimiento de separación con respecto a nuestra Fuente- nos convertimos en víctimas de nuestro karma negativo. Separados en cuanto a vibración, y ya sin mostrar preferencia el uno por el otro, nos vinculamos con otros entablando relaciones complicadas y actitudes recíprocas de negligencia hasta que nuestra alma clamó al cielo en busca del Dios vivo…y de nuestra otra mitad.

Cada encarnación en la que anduvimos separados de nuestra llama gemela la dedicamos o bien a crear karma negativo o bien a saldar parte del que se interponía en nuestra reunificación. En ciertas ocasiones tuvimos algún tipo de relación con nuestra llama gemela -como marido y mujer, madre e hijo, padre e hija o hermano y hermana- con el propósito de desenredar los hilos negativos de energía que tejimos en nuestro subconsciente por medio del mal uso del libre albedrío.

Ahora, al finalizar este ciclo de la historia y encaminarnos hacia la era de Acuario, es el momento en que las personas que sirven a la luz en algún sendero espiritual necesitan aprender a contactar con su llama gemela. Quien promueve esta búsqueda es nuestro Yo Superior, si bien ello no se ha interpretado de manera correcta en el nivel físico. A menudo, cuando la gente se entera de que comparte una misión única con su llama gemela, empieza a buscar en el plano físico a esa alma especial en lugar de buscar la integridad dentro de sí. Ello significa dar un rodeo en el sendero de la liberación del alma. Lo que abre la puerta a encontrar y convertirse en uno con nuestra llama gemela es la relación que tengamos con Dios y con el Yo Superior.

La ley cósmica requiere que definamos en primer lugar nuestra identidad en Dios antes de que se nos revele el potencial espiritual conjunto con nuestra llama gemela. Porque hasta que ambos miembros no alcancen cierto nivel de maestría y unidad con su Yo real, normalmente son incapaces de hacer frente al peso de su karma negativo, el cual se va acrecentando por la presencia de la llama gemela. El mismo factor singular que confiere a las llamas gemelas su enorme poder espiritual -es decir, su mimético patrón de identidad- puede a la vez causar la amplificación de sus partes negativas.

Al final, cada uno de nosotros debe aprender a cambiar los patrones negativos, los metales de baja ley del ego humano, en el oro de nuestro Yo real o divino. A esto se le llama el matrimonio alquímico: el matrimonio de nuestra alma (el aspecto femenino de nuestro ser) con “el cordero” (el verdadero y perdurable yo espiritual, el aspecto masculino). El amor del amado Yo Crístico, esto es, la parte de nosotros que mantiene un contacto incesante con la Fuente -la Presencia YO SOY- es un amor incomparable. Se trata del Amado por el que los santos de Oriente y Occidente lo han dado todo.

Puede darse el caso de que tu llama gemela ya haya obtenido la liberación del alma y se haya unido a Dios; o tal vez todavía esté trabajando por conseguirlo. El lugar donde se encuentre -y cuál sea su estado de conciencia- puede ejercer una gran influencia en tu capacidad por encontrar la integridad. Puesto que ambos compartís el mismo patrón de identidad -al igual que una bola de nieve, única en todo el cosmos- la energía que emitas quedará grabada con un patron determinado. Conforme a la ley según la cual los semejantes se atraen, toda la energía que emitas irá a parar a tu llama gemela, ya sea dificultando, ya ayudándola en el sendero hacia la integridad.

Cuando envías amor o esperanza, dichas cualidades elevarán a tu llama gemela. Pero si por el contrario te sientes turbado por la frustración o el odio, también ella sentirá el peso de esos sentimientos faltos de armonía. En ocasiones, los estados inexplicables de alegría o depresión que te asaltan son los cambios de humor de tu media naranja que se graban en tu conciencia.

” En el nombre del Cristo, pido a mi bendita Presencia YO SOY y a la de mi llama gemela que nuestros corazones sean sellados como si fueran uno para la victoria de nuestra misión dedicada a la humanidad. Invoco la luz del Espíritu Santo para que consuma todo el karma negativo que limita la total manifestación de nuestra identidad divina y la realizacion de nuestro plan divino “.

Al decir estas palabras, aun cuando vivaís por separado en distintas esferas, podréis uniros espiritualmente en planos superiores y dirigir la luz a la vida de cada uno y a la de vuestra respectiva llama gemela para saldar su karma. Ese contacto interno aumenta la luz y el logro que cada uno tiene y libera el impresionante poder de la polaridad de tu amor, facultándote para permanecer imperturbable ante los conflictos que inevitablemente aparecerán a las puertas de quienes osen defender el amor.

De todos modos, no todos los amores bellos y satisfactorios para el alma califican a las llamas gemelas. Existe también el amor de almas cercanas y afines llamadas almas compañeras.

Un alma compañera es distinta de una llama gemela. Las primeras se unen porque se esfuerzan por dominar el mismo tipo de karma y desarrollar las energías del mismo chakra. Así, la atracción entre almas compañeras se basa en la labor sagrada y en el sendero de automaestría. Un alma compañera es algo parecido a la réplica de uno mismo en la materia trabajando en la misma labor con el fin de ejecutar un proyecto original para Dios.

María y José, los padres de Jesús, eran almas compañeras que compartían la responsabilidad de alimentar al Cristo que había dentro de su hijo. Sus respectivas llamas gemelas se hallaban en esferas superiores de luz manteniendo el armonía de la misión que ambos estaban llevando a cabo. Muchas personas que todavía están saldando karma y se encuentran en el sendero espiritual son atraídas hacia sus almas compañeras para realizar un dharma o una labor sagrada que comparten.

Aparte de las llamas gemelas y las almas compañeras, hay otro tipo de relación que solemos ver en un matrimonio: el kármico. En este caso, los dos miembros son atraídos el uno al otro para saldar el karma que les vincula. Estos matrimonios acostumbran a ser difíciles pero son importantes a la hora de obtener maestría en el sendero espiritual. Marido y mujer cosechan asimismo el buen karma de patrocinar y alimentar a sus hijos.

Algunos de esos vínculos matrimoniales ofrecen la oportunidad de reparar graves delitos de asesinato, traición o un odio extremo. En ocasiones, el único modo que tenemos de superar el registro de ese odio es a través del intenso amor que se manifiesta en una relación entre marido y mujer.

Dondequiera que se encuentre tu llama gemela, aunque sea un ser cósmico, necesita tu apoyo y tu amor. Porque, si tu estado vibracional es negativo, puedes estar impidiendo la actividad o servicio de un maestro ascendido, un ángel o alguien encarnado que esté luchando por la libertad, alguien que se haya alzado contra la opresión en la China o que se halle postrado en un hospital psiquiátrico, intubado y en estado vegetal.

Necesitas estar listo para encontrar a tu llama gemela. Te hace falta tener mucho autocontrol.

Tienes que amar el amor lo bastante como para respetarlo, mantener la paz y la armonía cuando los antiguos registros de conflictos del pasado salgan a la luz.

Tienes que aferrarte a tu sueño, sellar esas palabras desagradables, las críticas despiadadas, las respuestas cortantes y ofensivas, cualquier cosa que rompa en mil pedazos la matriz del regalo más hermoso que la vida te dará: el amor perfecto.

Una llama gemela no busca a alguien de quien cuidar. Una llama gemela busca tu integridad para complementar la suya a fin de que cuando, esteis juntos formando un circulo completo de Alfa y Omega, podeis servir a la vida que está necesitada, a otros que todavía no han descubierto la ley de su unidad.

Así, en cuanto te percates del hecho de que estás incompleto en algún aspecto, de que te falta tal o cual cosa, debes enlazarte con la matriz superior de tu integridad que existe y que se encuentra a niveles internos. Es la integrada de tu Yo crístico, la integridad de tu Presencia YO SOY, y tu unión total y eterna, divina, con tu llama gemela.

Tienes que afirmarla ahora mismo.

Debes tener una sensación de paz acerca de la integridad presente; y puedes tenerla porque existe ahora mismo en Dios allí donde te encuentres.

Cuando sientes esa paz, sólo entonces tienes algo que ofrecer a alguien, a la vida.

Cuando te envuelve la paz de la integridad, sólo puedes atraer de todas partes de los cielos más de esa integridad, más de la confirmación de lo que sabes que eres y de lo que eres en realidad.

Así que, cuando sientes que estas llenando la matriz, que tarde o temprano vas a saciar ese apetito, afirmas en presente: “Estoy colmado. Estoy lleno de luz”.

Con esta afirmación, con esa actitud divina respecto a tu estado, atraerás a cada persona, cada situación y cada circunstancia en tu vida, necesarias para la realización del designio cósmico, el cual puede o no incluir a tu llama gemela; aunque de todos modos no importa porque tú eres tu llama gemela.

“Mi Padre y yo somos uno:

Mi Madre y yo somos uno.

Mi llama gemela y yo somos uno.

¡Somos uno aquí y ahora!”.

Y nunca estás solo.

Eso es lo que todo el mundo busca en la vida; la persona que es íntegra y sabe que lo es, que utiliza su integridad para transmutar los deseos y carencias en el plano físico, los últimos vestigios del karma, y toda la diversidad de situaciones humanas que quedan pendientes de resolver en nuestra vida.

Esa es la clave de la unión con tu llama gemela. Y pienso que aquella afirmación de Ser es el punto de partida de una eterna felicidad.

Por tanto, recuerda: la simple carencia de alegría, de felicidad, puede estar privándote, desde el punto de vista externo, de más de cuanto jamás puedas soñar. Así que, tan pronto como te dejes caer en un estado de tristeza, de lástima de ti mismo, por leve que sea, o de mal humor, en ese preciso instante ten presente que tal vez hayas perdido la chispa de contacto con tu llama gemela.

Tu llama gemela no merece tener que presenciar tu mal humor, tu lástima o tus caprichos. Si eres capaz de entender la llama gemela como tu complemento divino, y respetas a Dios en tu vida, observate y di:

“Puede que no me lo merezca ahora, pero dentro de una hora sí lo mereceré. Voy a ser una persona nueva, de manera que seré irresistible a los ojos de Dios, de los ángeles, de los Maestros. Caminarán y hablarán conmigo. Se sentirán a gusto en mi casa. Y mi llama gemela me buscará y me encontrará"

Así pues, elige quien eres. Decide lo que vas a hacer. Pregunta a Dios. Y luego sal en busca de aquellos individuos que van a formar parte de tu equipo -tu karma de grupo- para servir al mundo.

Pongamos manos a la obra.

Solo al actuar es cuando hallamos a Dios:
Dios en nosotros y en nuestra llama gemela.


Puedes hacer un llamado a Dios, Enséñame quien es mi llama gemela. 

La llama gemela o el amor perfecto, nace del ovoide de fuego blanco original. Este es un ovoide de Luz en el cual eres creado en el Gran Sol Central, la concentración más elevada de Espíritu puro en el universo. Dios toma el ovoide y crea dos esferas de luz. Y cada esfera se parece al cuerpo causal en la porción superior de la Grafica de Tu Ser Divino. Así que imagínate esta gráfica en doble. Descendiendo de estas esferas a la Materia, entonces, salen dos almas que son la contraparte de las esferas espirituales. Se llaman llamas gemelas porque salieron del ovoide único original. La Presencia Electrónica de cada alma es una copia exacta de la otra. Y cuando descienden a la forma, una toma la polaridad positiva o masculina y la otra toma la polaridad negativa o femenina. Ahora, ese ovoide tiene un patrón singular. Es un patrón electrónico. Solamente tú y tú llama gemela lo tienen. Lo tienen en el Espíritu. Tienen la imagen divina en la cual fueron creadas. Es la misma imagen. Nadie más en todo el cosmos puede reclamar esta unión contigo porque solamente naciste una vez espiritualmente.

Así que todos comenzamos en las eras doradas hace mucho tiempo con la persona perfecta, la llama gemela, pero entonces empezamos a crear karma. El karma es la energía o conciencia en acción; la ley de la causa y el efecto y de represalia. También llamada la ley del círculo que decreta, que cualquier cosa que hagamos regresa a su punto original para resolverse. Pablo dijo: Lo que el hombre siembra, eso también cosecha. Newton observó que para cada acción hay una reacción igual y opuesta. La ley del karma exige la reencarnación del alma hasta que todos los ciclos kármicos se equilibren. Así, de una encarnación a otra el hombre determina su destino por medio de sus acciones, incluyendo sus pensamientos, sentimientos, palabras y obras.

Descendimos a las octavas inferiores y nos separamos de nuestra llama gemela. Perdimos esa manifestación física de nuestra contraparte en el cielo, y empezamos a crear obligaciones con otra gente. Y esta es la razón por la cual nos casamos con personas diferentes en cada encarnación. Algunas son almas compañeras, algunas son relaciones karmicas. Y ojalá saquemos el mejor provecho de ello y compartamos ese amor que logrará un propósito particular y también saldará karma. La ley del karma exige que regresemos y cumplamos nuestras responsabilidades primero. Siempre es nuestra primera obligación. Puede separarte de tu llama gemela por muchas encarnaciones. Y la meta es equilibrar ese karma, purificarse en el Sendero del Espíritu Santo, lograr la unión con Dios, con la llama gemela, y escalar la escalera de la vida hasta la Fuente de donde llegaste. Y esa es la historia larga de la Palabra perdida que se encuentra de nuevo.

Un alma compañera es una persona con la cual puedes haber trabajado por muchos siglos en la misma misión o en la misma iniciación de los chakras, algún sendero paralelo al desarrollo del alma. Y aunque puede haber una gran atracción y vinculo entre almas compañeras, fundamentalmente, en el sentido final, la puedes definir mas como una relación entre hermano y hermana, a pesar de que almas compañeras pueden tener matrimonios fabulosos y una gran unión de corazones. Existe el sentido de que somos compañeros, somos peregrinos en el sendero juntos, y lo que estamos haciendo tiene que hacerse juntos. Se pueden unir en varias encarnaciones, y pueden sentir un gran vínculo. Pero si meditas a niveles internos, sabes que esa relación no es tan elevada o tan profunda como la que existe con la persona que es tu contra-parte directa ─ la llama gemela que has conocido como tu otro ser desde el primer momento de tu creación en el Gran Sol Central.

Solamente tienes una llama gemela. Pero puedes tener hermanos y hermanas en varias partes con las que estás trabajando. Digamos que en esta encarnación tu elección al igual que tu tarea es amaestrar la música. Probablemente te reunirás con muchos músicos, y puedes encontrar a alguien que es un colega y un compañero con el cual puedes compartir no solo tu amor por la armonía, sino una verdadera comunión a nivel del alma en esa frecuencia y chakra de uno de los siete rayos. Y hay una bendición que llega debido a tu esfuerzo desde la Presencia YO SOY de ambas llamas gemelas - tu llama gemela y la llama gemela de esa persona. Así que eso es lo que es una alma compañera- alguien que puedes amar y respetar y con quien puedes compartir verdaderamente. Un alma compañera tiene que ver con el chakra de la sede del alma, ese chakra que está justo arriba del chakra de la base. La conexión es más bien una evolución paralela y mutua en lugar de una basada en orígenes. Es una experiencia bendita el tener a alguien como un amigo (alguien en quien puedes confiar y que también confía en ti) con quien compartir un serio compromiso a una causa en común y al mismo tiempo, una devoción tierna.

Bueno, este es un momento muy propicio para encontrar a la llama gemela, porque este es el deseo de la Gran Hermandad Blanca al patrocinar almas en el sendero de la liberación del alma, de que te reúnas con tu contraparte para una mayor realización de la verdadera libertad de ser quien eres en Dios- en sus cuerpos causales unidos. También, debido a que estamos en el final de la era de Piscis, suponemos estar balanceando nuestro karma. Y así, puede que pasemos por matrimonios kármicos; podemos pasar por el matrimonio con el alma compañera. El final de Piscis es el momento de equilibrar mucho karma, y es por esto que el pensar de la gente a cerca de las relaciones ha cambiado tan radicalmente en décadas recientes, porque la gente tiene la necesidad de interactuar y saldar deudas viejas y, seguir buscando para encontrar la expresión complementaria más elevada de su ser en la búsqueda del sendero espiritual.

Hay un aumento en la intensidad del interés acerca de las llamas gemelas hoy en día debido a que es la relación que te permite cumplir la mayor porción de tu destino flameante. Dios sabe esto. Dios está patrocinando la verdadera relación de llamas gemelas y de almas compañeras hoy en día porque en el principio Dios nos creo para amarnos unos a otros como Él nos amó en un principio.

Primero debes buscar la unión con tu Presencia YO SOY y Ser Crístico. Esa es la polaridad interna. Esa es la unión más grande, más profunda y de mayor gozo que puedes experimentar. Esta es la meta del sendero. Cuando logras unión con tu Realidad Divina, también estas entrando en la unión más cercana con el centro de fuego blanco de tu ser, por medio del cual encuentras al que fue el único que estuvo contigo en el principio. Tu relación con tu llama gemela originalmente comenzó en este ovoide gigante de fuego blanco que se partió en dos esferas de identidad Divina.

Ahora, puedes desarrollar una polaridad en lo humano con tu llama gemela, con una alma compañera o con cualquier persona. Has tenido experiencias en muchas vidas que pueden hacerte sentir atraído a personas que conozcas a lo largo de tu vida. Pero solamente la polaridad que viene del ovoide fogoso, de esa Presencia Electrónica, es la de tu llama gemela. Y la profundidad de la unión de las llamas gemelas existe en las mismas profundidades del ser de Dios. Así que el verdadero sendero y la verdadera búsqueda es por la unión con Dios, porque la razón por la cual estamos separados de nuestra llama gemela en el tiempo y el espacio es que a través de nuestras encarnaciones en el plano físico, nos hemos apartado de nuestra Unión original y nos hemos enredado en otras relaciones y en otro karma.

Así que puedes sentir un anhelo y una soledad dentro de una multitud debido a que no puedes encontrar a la otra mitad de tu ser espiritual.

Pero, puedes estar sentado junto a tu llama gemela y ni siquiera saberlo, debido a que, al haber salido de las octavas de luz y al estar separados por tantos miles de años, ni siquiera se reconocen a través de los velos de karma. Y esta es la gran tragedia de buscar y buscar y no darse cuenta que la llama gemela es, místicamente, uno mismo. Y si uno no se ha encontrado espiritualmente, uno no va reconocer que “Uno solo, para que sea mío”, como dice la canción. Ahora, si tu llama gemela esta ascendida, siendo ya una con su Presencia YO SOY, tienes la tendencia a sentirte más completo porque la llama gemela ha logrado la unión divina.

Si tú llama gemela tiene el mismo logro tuyo y si esta en encarnación, puedes buscarla. Si tu llama gemela tiene un logro inferior, y esta más conectada con las cosas del mundo, puedes sentir una gran división en ti mismo, amas el Sendero pero que tienes que sumergirte en el plano astral porque en alguna parte, en toda esa condición temporal e ilusoria, se encuentra la otra mitad de ti mismo y a la cual te sientes dedicado a salvar y a elevar.

Bueno, la mayoría de la gente tiene una colección de cualidades buenas y malas. Y básicamente, tomamos decisiones acerca de nuestras relaciones basadas en lo que podemos tolerar en una persona dado el hecho de que hay un amor mayor que nos ata. Ahora, determinar quien es tu llama gemela por sus cualidades buenas y malas no es un método seguro porque, el conocimiento de la llama gemela es algo muy interno. Y es casi mejor cegarse a uno mismo y apagar los sentidos y seguir la llama del corazón. 

(Extractos de “Almas gemelas y Almas compañeras” de Elizabet Clare Prophet)

COMENTARIO DE ELISA DE GOUVEIA


¿Cómo reconocer al alma gemela?

Dentro del misticismo siempre se ha hablado del cómo reconocer al alma gemela, algunos mencionan que se les reconoce por el brillo en los ojos, otros por la paz y emoción que se siente al conocer a una persona determinada e incluso hay quienes han tenido experiencias de regresiones en la cual el consultante a podido ver a una persona que la ha acompañado a los largo de sus diversas encarnaciones, sin embargo más que hablar de la forma de “reconocerla” me quiero referir al sentir de estas almas.

Las almas gemelas en sus relaciones están libres de sentimientos como la angustia, los celos, la dependencia, la posesión y una larga lista de sentimientos que vienen acompañados en muchas relaciones de pareja. Encontrar un alma gemela significa un amor incondicional tan grande que quien lo vive vibra en una frecuencia elevada, no manifiesta sentimientos erróneos sino más bien se alegra y emociona inmensamente al tener la posibilidad de encontrar a ese ser.

Son momentos de una felicidad tan grande que no importa el no tener “una relación de pareja” pudiendo ser sólo amistad, pero una que llena cada espacio del ser. He escuchado relatos de quienes aseguran haber reconocido a su alma gemela y todos coinciden en lo mismo: “es el amor en su máxima expresión” no genera odio, ni relaciones conflictivas, ni celos. Sólo genera amor, sentimiento que logran conocer quienes tienen un nivel de conciencia superior.

También en diversos textos se menciona cómo algunos no están preparados vibratoriamente para conocer a su alma gemela, otros pueden conocerla y vivir ciertas experiencias juntos para luego separarse y otros simplemente jamás se encuentran en una encarnación o simplemente no se reconocen.

Conocer a tu alma gemela y ambos vibrar en la misma frecuencia solo provocaría una cosa “el amor en toda su expresión”.

Brian Weiss escribió en su texto “almas gemelas” algo que me parece bueno compartir: “Cuando mires a los ojos a otra persona, a cualquiera, y veas tu propia alma reflejada, entonces sabrás que has alcanzado otro nivel de conciencia”.


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