viernes, 7 de febrero de 2014

Consagra tu casa al Señor

casa en el bosque
“Una construcción, ya sea un templo o una casa, pero también objetos, alimentos, ropa, pueden ser consagrados a una entidad, a una idea, a fin de servir a un trabajo determinado. Cuando se consagra un objeto, en su lado etérico quedan grabadas marcas, imágines tales que, a partir de entonces, indican que el objeto pertenece a esta entidad, a esta idea, está reservado. El Cielo ha asistido a esta consagración, ha sido el testigo. A partir de este momento, si unos intrusos intentan apoderarse de él, son considerados culpables de una violación de domicilio, existe una
«policía» espiritual que los persigue y los expulsa.
Seguramente esto os sorprenderá, pero los objetos son como moradas con puertas y ventanas por donde las entidades pueden entrar y salir. Para que las entidades maléficas no usen estos objetos, consagradlos al Señor, a la Madre divina, a las fuerzas luminosas y creadoras de la naturaleza: quedarán reservados. ”
Omraam Mikhaël Aïvanhov

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