domingo, 10 de junio de 2012

Cuando ustedes ayudan a alguien o le dan un consejo

                              


Cuando ustedes ayudan a alguien o le dan un consejo, sólo pueden estar seguros de una cosa: que la ayuda o consejo facilitados sólo serán aquellos que ustedes tomarían por convenientes en el caso de ser de ustedes el problema; pero como cada ser humano es un ente dinámico con contingencias muy propias, es loable observar que nuestro familiar o amigo necesita soluciones a sus problemas que, en el mejor de los casos, sólo se asemejarán a los nuestros en lo formal. En síntesis: ¿quién puede atribuirse la capacidad casi divina de saber qué es lo más conveniente para otra persona, cuando innumerables veces en la vida ni siquiera somos capaces de discernir qué es lo más conveniente para nosotros mismos?.

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