domingo, 13 de marzo de 2016

¿Cómo protegerse de las fuerzas de la oscuridad?


Por el Maestro Djwal Khul

Quisiera hablarles de los poderes de la Fraternidad Negra. Es necesario que comprendan ciertas leyes que rigen sus actividades y algunos métodos que sus miembros emplean, a fin de comprenderlos y utilizar los métodos adecuados de protección. Como dije anteriormente, el peligro es todavía inapreciable para la mayoría, pero a medida que trascurra el tiempo será necesario enseñar, a quienes trabajan en el plano físico, la forma de protegerse y resguardarse de los ataques.
Los Hermanos Negros son -nunca lo olviden- hermanos equivocados y descarriados, aunque hijos del mismo Padre, que se han extraviado en lejanas tierras. El camino de retorno será largo para ellos, pero la misericordia de la evolución, inevitablemente, los obligará a volver por el sendero de retomo en ciclos distantes. Quien sobreexite la mente concreta y consienta cerrarse continuamente a lo superior, corre el peligro de desviarse por el sendero de la izquierda. Muchos son los que se desvían así, pero... vuelven sobre sus pasos y evitan cometer los errores en el futuro, así como el niño que se quema una vez, evita acercarse al fuego. El hombre que persiste, a pesar de las advertencias y del dolor, es el que finalmente se convierte en un hermano de la oscuridad. Al principio, el Ego (Alma) lucha denodadamente para impedir que la Personalidad se desarrolle de esta manera, pero las deficiencias del cuerpo causal (no olviden que nuestros vicios no son más que nuestras virtudes mal empleadas) hace que éste se desequilibre y desarrolle excesivamente en un sólo sentido y esté lleno de huecos y brechas allí donde deberían hallarse las virtudes.
El hermano negro no se siente unido a su especie; sólo ve personas que han de ser explotadas para sus propios fines. Ésta es, en pequeña escala, la marca de aquellos que, a sabiendas o no, son sus instrumentos. No respetan a persona alguna; consideran a todos los hombres como presa legítima; emplean a cualquiera para llevar adelante sus propósitos, y por todos los medios a su alcance, correctos o incorrectos, procuran destruir toda oposición y adquirir cuanto desean para su yo personal.
El hermano negro no tiene en cuenta el sufrimiento que puede ocasionar, ni se preocupa de la agonía mental que podría causar en su adversario; persiste en sus propósitos y no los abandona, aunque dañe a alguien, sea hombre, mujer o niño, con tal que sus propios fines se cumplan. No hay que esperar compasión de quienes se oponen a la Fraternidad de la Luz.
Con frecuencia, el hermano negro se disfraza de agente de la luz, presentándose a menudo como mensajero de los dioses; pero para seguridad de ustedes, les diré que quien actúe guiado por el Ego (Alma) obtendrá clara percepción y escapará al engaño.
El hermano negro retarda el progreso y moldea todo para sus propios fines; el hermano de la Luz dirige sus esfuerzos a fin de acelerar la evolución y -renunciando a lo suyo, como precio de la realización- permanece en medio de las brumas, la lucha, el mal y el odio de la época, si al hacerlo puede ayudar a otros (sacándolos de la oscuridad de la tierra) afirmandoles sus pies sobre el Monte para que puedan ascender a la Cruz.
Y ahora, ¿qué métodos pueden emplearse para salvaguardar a los trabajadores en el campo del mundo? ¿Qué se puede hacer para evitar los peligros de la actual lucha y de la aún más enconada de los siglos venideros?
1. La primera condición esencial es lograr la purificación de todos los vehículos. Si un hermano negro obtiene dominio sobre un hombre, es prueba de que éste tiene algún punto débil en su vida. La puerta por donde el hermano negro penetra debe ser abierta por el hombre mismo; la abertura por donde entran las fuerzas malignas debe ser hecha por el mismo ocupante de los vehículos. De ahí la necesidad de la escrupulosa limpieza del cuerpo físico, de emociones puras estables en el cuerpo emocional, y de pensamientos puros, en el cuerpo mental. Cuando esto ocurra, habrá coordinación entre los vehículos inferiores, y el Pensador que los habite no permitirá la entrada a entidades extrañas.
2. La eliminación de todo temor. Las fuerzas de la evolución vibran mucho más rápidamente que las de la involución, y en esto hay una reconocida seguridad. El temor causa debilidad; la debilidad causa desintegración; el punto débil falla, produciéndose el vacio a través de éste pueden entrar las fuerzas del mal. El factor que permite la entrada radica en el temor que siente el hombre y es el que así abre la puerta.
3. Permanecer firme e inconmovible, no importa lo que suceda. Los pies pueden estar hundidos en el barro de la tierra, pero la cabeza puede estar bañada por los rayos del sol en regiones más elevadas. Conocer la suciedad de la tierra no significa contaminarse.
4. El reconocimiento del sentido común y su aplicación a la cuestión en debate. Dormir mucho y, durmiendo, aprender a hacer positivo al cuerpo; mantenerse activo en el plano emocional y alcanzar la calma interna. Evitar el cansancio excesivo al cuerpo físico y procurar distracción, cuando sea posible. Durante las horas de relajación se efectúa el reajuste, que anula la tensión posterior.
Extraído del libro: "CARTAS SOBRE MEDITACIÓN OCULTISTA" (Alice Bailey).

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