En la meditación zen, por la respiración se elimina la mayor cantidad de toxinas. La clave de la exhalación esta al vaciar los pulmones.
Buda decía que hay que concentrarse en la expiración, de esta manera el cuerpo no se cansara y los ojos no serán afectados por nada.
Permite vivir la vida con alegría, y el samadhi zen progresara profundamente pudiendo obtener el espíritu de compasión, cortar las ilusiones y entrar en el Satori.
Y en el aspecto metabólico de la respiración, la hemoglobina que es encargada de trasportar los nutrientes carga y lleva los estipendios necesarios hacia las células del organismo y trasporta los desperdicios a los órganos excretores. También transporta el oxigeno hasta los tejidos del cuerpo.
Las capas profundas del cerebro despiertan así, la respiración es completa, de un semisueño haciendo brotar ideas sutiles, novedosas, diferentes. Por supuesto, en toda la red de tejidos y órganos del cuerpo se percibe esta sensación de bienestar.
Te invito a que hagas una respiración profunda
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