martes, 7 de febrero de 2012

Pensamientos de Omraam Mikhael Aivanhov

"Desconfiad de estos libros que pretenden daros medios para adquirir poderes mágicos gracias al desarrollo de los chacras. Esto comienza, os explican, con ejercicios de concentración y de respiración prolongados para despertar la fuerza Kundalini. No diré que estos ejercicios no den resultados, pero ¡qué resultados!...
Si intentáis desarrollar vuestros chacras sin haber realizado estudios y un largo trabajo previo, os exponéis a todos los peligros. Es exactamente lo mismo que confiar cerillas a un niño.
¿Qué hará con ellas? Provocará un incendio. Pues bien, debéis saber que la fuerza Kundalini que debéis poner en actividad para despertar los chacras, es un verdadero fuego, y aquél que no se ha ejercitado primero en adquirir pureza y dominio, corre el riesgo de ver cómo se desencadena este fuego de Kundalini y lo devasta todo en él. Mientras que aquél que comienza trabajando con la pureza y el dominio, está también indirectamente trabajando con los chacras que se despiertan y se ponen en marcha sin peligro para él."

"Habéis visto a los ebrios: caminan de modo tambaleante, así como tambalea su estado de ánimo que pasa de un extremo a otro. Primero ríen, luego lloran; tienen un aspecto beatífico, después furioso; se duermen en la mesa o lo rompen todo… Pero en realidad, el vino no es el único que produce embriaguez, hay pensamientos y sentimientos que se parecen al vino: los celos, la cólera, los deseos sensuales, etc. Aquellos que están bajo la influencia de estos vinos, se extravían entre las brumas y los vapores del mundo astral, su conducta y su juicio tambalean.
Pero también existe una embriaguez divina: el éxtasis. Y esta clase de embriaguez, por el contrario, da una visión clara, ilumina la conciencia. No está prohibido embriagarse, es Dios quien puso esta necesidad en el hombre. Pero debe buscar la embriaguez arriba, en la belleza, en la luz, bebiendo el agua pura que mana de la cima de las montañas espirituales. Bebed esta agua y conoceréis una maravillosa embriaguez que os dará el equilibrio, la fuerza y la claridad."


Buscad la luz antes de actuar

“Lo primero que tenéis que hacer antes de lanzaros a una empresa de cierta importancia es recogeros, uniros al mundo invisible con el fin de disponer de las mejores condiciones para actuar. Cuando estamos confusos, desorientados, no cometemos más que errores, embrollamos las cosas o las destruimos, y esto es lo que ocurre a menudo: actuamos precipitadamente, a ciegas, y los resultados no son buenos.
Para actuar correctamente, primero debéis buscar la luz. Por lo demás, lo mismo sucede en el plano físico: si un ruido, algo que ha caído y se ha roto, o alguien que ha entrado. . . os despierta por la noche, ¿acaso os precipitaréis en la oscuridad? No, sabéis que es demasiado arriesgado. Lo primero que haréis es encender una lámpara para ver, y luego actuaréis. Para cualquier cosa en la vida necesitáis primero encender la luz, es decir, concentraros, recogeros, para saber cómo debéis actuar”.



Vigilad siempre el primer movimiento

“Cuando emprendáis un nuevo trabajo, procurad estar calmados, concentrad toda vuestra atención en el primer gesto, en el primer movimiento, y haced lo con exactitud, sin errores. Repetidlo a continuación un poco más deprisa, y volvedlo a hacer hasta alcanzar el ritmo y la velocidad deseados: veréis que os parecerá cada vez más fácil, resultando totalmente impecable. Si desde el comienzo habéis sabido grabar la impresión adecuada, cualquiera que sean los gestos, los actos que tengáis que realizar, lograréis repetirlos siempre correctamente.
Si hoy cometéis errores en algún aspecto, es porque en el pasado, sin daros cuenta, grabasteis en vosotros impresiones erróneas. Si no prestasteis atención al primer movimiento, al primer gesto, al primer contacto tomado con tal objeto o tal persona, cometisteis errores y ahora sufrís las consecuencias: las faltas se acumulan, se agravan con el paso del tiempo y se repiten hasta que no hayamos aprendido la prueba. Para superar una prueba hay que estar atentos y vigilar en cada momento todo aquello que hacemos”.
 

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