ÁGUILA BLANCA POW WOW
Canalizado por Jonette Crowley
© Copyright 2007 – Jonette Crowley
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Center for Creative Consciousness
Traducción: L inda Wurts
Edición: Anita Manasse
Gloriosa noche para ustedes, hermanos y hermanas, éste es Águila Blanca. Al escucharnos, quizás deseen cerrar sus ojos y situarse en el sitio donde el perdón, ni siquiera se considera, porque ustedes están perdonados. Así que, al cerrar sus ojos y estar ahí, están en otra realidad; pues hay muchas realidades en este universo. Una es la que arrastran detrás de ustedes y otra es la realidad del cielo, donde todo está bien y ustedes son perfectos. Por ello, tu puedes escoger, puedes ir de lado a lado, introducirte en una de ellas o en otra. Pero desde nuestra experiencia, el cielo es mucho más placentero. En consecuencia, les vamos a hablar un poco sobre pequeñas formas en que pueden traer fragmentos de la realidad del cielo, en su existencia cotidiana.
La verdad es que no hay nada que perdonar. No hay mal que pueda hacerse en los niveles superiores del vecindario de Dios, de tu YO superior. Hemos hablado con anterioridad sobre el karma y la gente dice: “bien, qué tal si he hecho algo malo en una vida pasada y en esta vida yo sufro por el maltrato de ese karma”. Si, en algunas realidades el karma es una rueda, pero hay una realidad más arriba del karma, donde no importa que pecados tengan que ser liberados, igual se liberan. Los católicos entendieron un poco esto, iban a la confesión y decían sus oraciones y su última hazaña era completamente borrada. Es verdad. ¿Por qué se borraba de su pizarra? Porque ellos creían que eso era verdad. Y la confesión está fuera de moda en la iglesia católica para mucha gente. ¿Cuáles son los elementos de la confesión? Primero y esto es lo más importante, significa reflexionar y tomar responsabilidad por algo. La confesión es una palabra un tanto negativa, así que quizás solo la reflexión y el tomar responsabilidad, son unas connotaciones más apropiadas, porque deseamos que reflexionen sobre esas cosas buenas, esas cosas apropiadas y deseamos que tomen responsabilidad, por lo bueno y lo malo, así como de aquellas cosas que pudieran ser pecado. Así que, el aspecto más poderoso de lo que los católicos llaman, la confesión, es la auto-examinación, la reflexión. El primer paso entonces, es estar al tanto de su acción, traerlo desde el subconsciente y mirarlos (bueno, malo, indiferente..). El estar atento, no significa juzgar. Ahora, es a veces muy difícil estar al tanto de cosas negativas de su pasado. ¿Por qué? Porque, es difícil que las saquen, sin que las juzguen. Por eso, lo que hacen en realidad es apretarlas, para que nunca sean liberadas y así nunca sanan.
¿Por qué ata la vergüenza? Porque tienen miedo de estar conscientes. Con frecuencia, es la causa de la vergüenza. Así que, el primer paso para perdonarse ustedes y su pasado, es traer al frente lo bueno y lo malo sin juzgar sus acciones ni sus pensamientos, solo hacerlos conscientes. Luego, reflexionar sobre ellos, para quizás encontrar el patrón que emerja, quizás ver el costo de algunas acciones o la paga que tuvo que hacerse por alguna acción. Solo por reflexionar en una forma sin juicio. Un tanto como pudieran imaginar que ocurre, cuando pasan de este mundo a otro y dicen que pudieron ver su vida frente a sus ojos. Así, lo ves en una forma sin juzgar. Jalen las cosas y siéntanlas. Sientan sus patrones, sientan lo que causa, de donde provienen y solo mirando, sean conscientes.
Número dos. Para perdonarse a ustedes y su pasado, deben tomar responsabilidad para apropiarse de esos pensamientos y de la decisión que han tomado. De nuevo, es muy difícil hacerlo si juzgan algunos de ellos como algo terrible, así nunca van a tomar la responsabilidad y hasta que te apropias de algo, no lo puedes dar de vuelta. Y aquí se trata de dar todo. Se requiere de valor para poseer y tomar responsabilidad de su pasado. No porque hayan tenido particularmente un pasado desagradable, sino que a veces es más fácil ser ciego que ver. Así que, al estar conscientes y tomar responsabilidad, dicen SI, YO HICE ESO. De nuevo, en una forma suave y gentil, sin juzgar, SI, YO HICE ESO. Saber que a cada paso en su vida, ustedes han hecho lo mejor que podían dadas las circunstancias, dadas las limitaciones, dadas las actitudes...siempre han hecho lo mejor que pueden. Si recuerdas esto, será menos probable, que se queden sujetando a la vergüenza y al dolor de sus acciones que emprendieron en el pasado. Tomen responsabilidad, aprópiense de ella.
El tercer paso y ya pueden imaginarse que tan sanador es llegar hasta aquí. ¿Por qué al apropiarse, se sanan? Porque, es evidente que así soltaron algo de juicio sobre ello. Porque si aún fuera algo reprensible, no serían dueños de esto. Así que, al apropiarse y tomar responsabilidad, se muestra que al menos algunos de los juicios, se han retirado de sus acciones.
El siguiente paso, es liberarlo. Es decir: “SI, HICE ESAS COSAS” o “ ESAS COSAS ME OCURRIERON y ASI FUE COMO REACCIONÉ” Solo reconoce y libera. ¿Cómo dejas que algo se vaya? Es tan fácil, que casi pudieran tropezarse sobre ello, simplemente ANSIARLO, sólo con decir: LO DEJO IR. Tantas veces, muchas personas dejan ir un dolor, pero tan pronto como algo ocurre que dispara ese dolor de nuevo, lo vuelven a sacar de su tumba. No le dan descanso a una lastimadura. Lo sacan de nuevo, para poder lastimarse. Por ejemplo: digamos que tuvieron un amante que los abandonó. Ahí, si que hubo alguien lastimado. Ese amante dice: “no quiero verte nunca más, vete de mi casa” o lo que sea, y ahí van. Eso seguramente dolió, pero saben que hay gente que se hiere sobre ello por años. Lo sacan y recuerdan, que tan malo era el amante, que tan mal se sintieron..esa vez y otra vez y otra...La mayoría del dolor que te causas a ti mismo, es porque no has liberado algo y te apuñalas con ello, vuelta tras vuelta. Casi todo en la vida, solo hiere una vez, cuando esto ocurre, pero nos aventuramos en decir, que el mayor dolor lo causa tu mente después.. La buena noticia, es que tu mente puede estar bajo control. Puedes decirle a tu mente que se comporte de la forma en que te resulte más cómoda. Y no se te olvide, que no tienes por qué sufrir. Digamos que de pronto, te encuentras atrapado en el sufrimiento, al saber que es el aniversario de la muerte de tus padres o algo así y encuentras que al acercarse la fecha, te estás preparando para sufrir. Solo date cuenta, que es lo que estás escogiendo. Podrías continuar sufriendo o podrías decir: “me pregunto si este sufrimiento honra a mis padres y a mí. ¿Podría existir otra forma de honrar su memoria?” Observa como el sufrimiento es casi siempre tu causa y por ello, casi siempre una elección o deberíamos decir...siempre lo es. Podrías incluso herirte y preferir no sufrir. Liberar, dejarlo ir. Es difícil hacerlo cuando sostienes juicio sobre algo que has hecho.
Solo hemos hablado de ti, de perdonarte a ti y tu pasado.. Pero, muchos de ustedes sufren porque no han perdonado a alguien más. Les daremos un momento, piensen en algo que los angustie, alguna herida emocional porque simplemente no han perdonado a alguien y no lo han dejado moverse. No se siente muy limpiador, no se siente muy libre. El NO PERDONAR, es como un pegamento. El amor es un liberador espiritual, que deja que las cosas se suelten. La negatividad, el juicio, el no perdonar te mantienen atada. Pues, ¡miren eso! Te mantiene en ese estado de atadura, a algo que no les gusta. ¡Que costo tan tremendo! Así que, nunca has perdonado a tu padre por no haber pagado por ese vestido de baile que tanto querías. Esto no hiere a tu padre, pero lo que hace es mantener como un pegamento a la energía de ese incidente, a la energía de cuando no te sentías valiosa o lo suficientemente importante con tu padre o cualquier cosa que haya sido. Te mantiene a esa realidad y te deja ahí. Perdonarte a ti misma y a tu pasado, dejar que otros se vayan, perdonar a otros, es una fuente increíble de energía para tu crecimiento espiritual, porque hay muchísimo de tu alma amarrada en pensamiento, juicio, no perdón, dirigido a otros y a ti mismo. Todos estos pensamientos, todos estos juicios toman energía para crear, toman energía para mantener. Cada vez que sufres, una y otra vez alrededor de un viejo dolor se está tomando energía de tu vida.
Puede que recuerdes en tu vida, que cuando has verdaderamente perdonado algo en ti, a un amigo o un amor, te sentiste más fortalecida, más energizada, vitalizada, bendecida y orgullosa. ¿De donde vino esa energía? Era energía que se liberó y que te estaba manteniendo adherida a un incidente o evento, que ya no tenía utilidad para que pensaras en ello. Así que, algo bueno de perdonarte a ti y a tu pasado, es que se genera una fuente perpetua de energía. Quizás haya cosas grandes que aún no estas listo para perdonar de ti o tu pasado, pues entonces empieza con algo pequeño. Perdónate por el dulce que tuviste la semana pasada. Perdónate por no haber visto el semáforo en rojo y que casi hace que te lleves a una señora. Perdónate por algo y quédate con la sensación, siéntela. ¿Qué haces con esa energía? Perdona algo más grande. Perdona algo mayor, cuando esa se libera. Comienza donde estés. Quizás pienses que no puedes perdonar a alguien que te ha lastimado mucho ahora. Comienza donde puedas perdonar. Está bien, no vas al gimnasio. Podrías ser una mejor madre. Lo que sea, comienza donde estás y expándelo. Deja que se expanda.
Aquello que ata tu pasado a ti, no es el amor hacia él, sino tu dolor y tu falta de perdón. Vamos a darte un ejemplo. Digamos que hace cinco meses, te quedaste todo el día en la cama y comiste bombones. Seguramente, te acuerdas de ese incidente, vamos a pretender que es cierto y que lo recuerdas. Ahora, el día antes o el día después de hacer lo que siempre haces y le diste a tu cuerpo lo que quiso, quizás no te acuerdes de eso, pues pasó como cualquier otro día. ¿Por qué algo en particular se pegó a tu memoria? Porque, te sentiste culpable de ello, porque mantiene energía negativa. Las cosas que son buenas y correctas, llegan y ocurren y se van, porque son simplemente energía que se está expresando. Pero, usualmente las cosas por las que no te sientes bien o que te hagan sentir orgulloso, esas son las cosas que se recuerdan. De nuevo, no te sirve de mucho, así que limpia tus bancos de memoria y cuando recuerdes algo, di: “bien, estaba haciendo lo mejor que podía, seguramente no volvería a hacerlo ahora”. Deja ir el juicio, para que puedas jalar la energía que has invertido en mantenerte atado a esa vergüenza o culpa.
Resumen de Preguntas y Respuestas (Edición LW)
· El enojo es una emoción muy interesante, porque casi siempre viene del interior, pero actúa como si hubiese sido causada por algo de fuera. Es una emoción dura y difícil de manejar, porque siempre parece que alguien más la disparó. Y lo que pasó es que alguien estaba ahí y necesitaba ser disparada para ti. Por debajo del enojo, está el miedo. Mientras más profundo el enojo, es mayor el miedo.
· Algunas confesiones, parece que están culpando a la otra persona. Son una forma de manipulaciones. Algunas confesiones buscan la lástima. Y otras, son verdaderas confesiones como acto valeroso, de gracia y de bendición. Y pueden sentir la diferencia. Observen su actitud en la forma en que se lo dicen a la otra persona.
· Cuando comuniquen algo, deben recordar esto: hablen solo en forma gentil lo que sea verdad y útil. Así, se comunicarán como un Buda o como Cristo. Si algo puede que sea cierto, pero no es gentil o útil, entonces controlen su lengua.
MEDITACIÓN PARA PERDONARSE DIARIAMENTE
Cierra tus ojos. Imagina que estás en un lugar donde hay mucho lodo endurecido. Puede que sea un día bello y solo te llegue el lodo a los tobillos o puede ser un día nublado y el lodo te llega a la cabeza. Así que, imagina que estás hundido en ese sitio lodoso o de arena apelmazada, lo que se te ocurra. Después imagina que llega una lluvia del cielo y lo lava todo, tu solo estás parado y la lluvia despega las costras de lodo. Se va desbaratando hacia tus pies y se escurre lejos. Entonces, tu sin hacer nada, comienzas a sentir simplemente el agua tibia de la lluvia que cae sobre ti y así comienza el proceso de limpieza. El lodo, puede significar casi cualquier cosa y la lluvia, es gracia y perdón. Quédate de pie imaginando esto, hasta que estés limpio y con claridad. El sol comienza a salir, el olor de la tierra es fragante.. Percibe esas sensaciones en tu entorno.
Hay otra parte de este proceso de limpieza. Imagina que con tu dedo, marcas en la arena tu nombre y lo subrayas. Debajo de esto, dibujas una luna creciente. Escribe debajo del dibujo de la luna: LIBERO TODO. LIBERO TODO.
Si algo no pueden perdonar, vayan hacia la gratitud. Ésta los llevará hacia el perdón.
Así, en cualquier momento de tu vida, puedes liberar todo. La luna creciente, es un símbolo de que espera ser llenada. La luna libera su luz, porque sabe que después ésta, va a regresar. Por eso, debes liberar todo tu pasado y así crear TU DIA CLARO, LIBRE Y VITAL.
ABRAN LAS REJAS, ABRACEN LA LUZ Y SIENTAN LA DICHA DE LA GRATITUD Y EL AMOR.
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